Historia de Yuncos

Villa de Yuncos

El término «Yuncos» se deriva del latín ivucos, (junco). Según El Catastro de Ensenada, en 1788 se llamó primitivamente «Las Ventas de Unco», por ser una tierra donde se criaban muchos juncos, lo que muestra la gran humedad del suelo o las láminas de agua aún existentes.

Aparece citado por primera vez la alquería de Yuncos en un documento mozárabes de venta de 1181, en donde residía un personaje llamado Martín Raimundo. La fundación de Yuncos fue posterior a la de «Palomeque» o «Palomequejo» un territorio adyacente a Yuncos, donde se asentó el primer núcleo de población, de fundación anterior a Yuncos que le benefició y acabó por desaparecer como así lo atestiguan documentos de la época. Y la documentación consultada en el Archivo Histórico Provincial de Toledo.

Hacia el año 1488, los Reyes Católicos vendieron un trozo de tierra de Yuncos y Palomequejo a don Pedro de Castilla y a su mujer doña Isabel Laso. En Yuncos por privilegio real no pagaban alcabala a la Corona. Lo que favoreció al municipio y lo llevó en 1634, a separase de Toledo.

* Mapa datado en 1666 donde aparece el sitio de Yuncos y sus alrededores

En enero de 1752, cuando se realiza el Catastro de Ensenada, el municipio se compone de 150 vecinos aproximadamente, con 120 casas, 23 de cuales son inhabitables.

En el 1789 el académico José Carnide, dice en una de sus obras refiriéndose a Yuncos y a su venta donde pasó la noche «Se duerme en el lugar de Yuncos cuyo mesón parece que sólo se hizo para Bestias y Caleseros más carece de toda provisión y sus camas son infelices, por esto aconsejo al que quiera hacer este viaje que procure no dormir en el camino».

En los siglos XVIII y XIX el municipio comienza crecer y a solidificarse su ámbito urbano, el cual perdurará hasta nuestros días en la misma localización y bastante similar morfológicamente, cruzado por dos viales; uno en dirección noreste – suroeste y otro noroeste – sureste que dividen al pueblo en cuatro.; un pequeño núcleo urbano que no extenderá ampliamente hasta finales del S. XIX cuando una gran intervención lo haga crecer en dirección sur y oeste, dando un crecimiento importante también de la población que en este entonces ya contaba con seiscientas personas.

Ya en el S. XX las urbanizaciones se extenderán por todo el término municipal, casi todas ellas en dirección noroeste, ya que el término en su límite este está completamente pegado a Numancia de la Sagra. En la segunda mitad del siglo XX y XXI se volverá a dar un crecimiento importante del municipio pasando de poco más de 1000 vecinos en 1950 a los 3.750 en el año 2000 y los 11.353 en el 2014, esta vez, las urbanizaciones se anexionarán a lo propiamente urbano, con grandes urbanizaciones de adosados. Que hacen crecer al municipio por su lado norte y noreste.

* Mapa altimétrico del término municipal de Yuncos elaborado por el instituto Geográfico Nacional en 1868

Patrimonio

La Casa de Ciriaco: Es una casa palacio de estilo neomudejar situada en la calle Real y que ahora alberga al Ayuntamiento. Se contrató a Narciso Clavería para construirla en 1929. Sus suelos y sus azulejos interiores talaveranos de Ruiz de Luna datan de 1926 y adornan las paredes de su patio de luces. Sus vidrieras fueron restauradas durante la última remodelación del edificio en el 2003.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista: se erige el siglo XVI. De estilo renacentista, con un excelente retablo tras el altar mayor que representa la degollación del santo. Actualmente es la parroquia del municipio.

Las Casas de la Hidalguía del siglo XVIII y actual casa palacio

Fábrica de Harinas: de principios del siglo XX y de carácter historicista. Se ha convertido en un centro social y cultural en el que se celebran multitud de actividades, con una conservación y restauración de su fachada, siendo uno de los elementos patrimoniales de referencia de Yuncos.

Algunos de estos edificios singulares ya fueron cartografiados por el IGN en 1878

La red de caminos es llamativa y característica del territorio toledano. Más de media docena de caminos y Cañadas recorren el municipio.  La gran mayoría trazados en dirección este – oeste y destacando la Cañada de la Magdalena;  en la zona más sur y los Camino Alto y Bajo de Cedillo en la zona central, que como su propio nombre indica, comunica Cedillo con Yuncos, uno más al norte y otro más al sur; el Camino del Cuquillo también recorre todo el municipio, siendo este último una bifurcación del Camino Bajo de Cedillo. Otro camino importante, y distinto a los demás por su trazado desde el suroeste hacía el propio pueblo, es el Camino de Recas. Algunos de estos caminos han perdurado en el tiempo a lo largo de varios siglos y hoy en día podrían ser rutas interesantes para la búsqueda de rastro del pasado.

* Mapa 1:50.000 de 1881 elaborado por el Instituto Geográfico Nacional donde aparce el término de Yuncos. La hoja cartográfica se llama “Villaluenga” por ser este el municipio más grande de aquel entonces.

Geografía de Yuncos

El término municipal de Yuncos se encuentra en el norte de la provincia de Toledo, en la comarca de La Sagra, un territorio bastante homogéneo y caracterizado por la planitud sólo rota por algunos accidentes geográficos leves, campos de secano, pequeños olivares y valdíos que rodean la zona urbana principal y las varias urbanizaciones de tipo disperso que salpican el municipio. La altitud media es de apenas 560 metros sobre el nivel del mar, alcanzado una altura máxima de 619 m.s.n.m. en su extremo noreste, disminuyendo en altura en dirección este y sureste, alcanzando un mínimo de 518 m.s.n.m.

En cuanto a su geomorfología, los fondos de valle son los elementos más significativos, rellenos de materiales Holocenos, aunque rodeados en algunos puntos por depósitos de ladera, en la mayoría de los casos en coluviones, y en las zonas no sedimentadas, aún afloran terrazas fluviales que dan una aproximación al régimen fluvial del pasado.

Desde el punto de vista hidrográfico, sólo dos arroyos son de reseñar en el término, ambos en dirección oeste-este; el primero de ellos, más al norte, y que hace de límite con Illescas,  es el de Arroyo de Dos Villas, y más al sur el Arroyo de la Fuente o de Valcalientes, este último llegando a atravesar el pueblo, mediante una canalización. Estas dos corrientes hidrográficas son de baja magnitud y sufren un estiaje constante durante todo el año aunque en los episodios de lluvias intensas y tormentas sufren unos picos de caudal muy acusados, llegando incluso a desbordarse en algunos puntos. Aunque en la actualidad no tengan un régimen constante, podemos suponer que en el pasado sí que lo tuvieron por los valles excavados de gran amplitud.

Desde el punto de vista hidrogeológico, Yuncos se asienta sobre materiales Terciarios y Cuaternarios destacando las arenas y las arcillas, estas últimas de baja permeabilidad, lo que provoca que en algunos puntos, quede bastante agua acumulada en los primeros metros del subsuelo, aunque en otros puntos, donde las arcillas son más profundas o están unidas a las calizas, apenas se produce retención del agua, pues están karstificadas y se infiltra hasta los varios centenares de metros.

El mapa geológico muestra una zona joven, litologicamente entendido; los materiales más antiguos se dan en la zona este: arcosas, calizas, arcillas y margas del Terciario que son partidas por los depósitos Cuaternarios en los valles y las terrazas bajas  compuestos de gravas, arenas y cantos.

Aunque la litología parezca pobre, es especialmente importante resaltar que las arcillas son depositadas en un pretérito margen lacustre y contienen en algunos puntos una gran cantidad de biotita y saponita, lo que ya une las geologías propiamente dichas, con las facies paleontológicas algáceas y microscópicas capaces de formar roca. El tránsito entre depósitos lacustres de tipo –mud flat- y las facies aluviales se caracteriza por las facies bentónicas, rica en saponita (cuarzo, feldespato dolomita y calcita) siendo objeto de explotación por algunas empresas. La bentonita no es homogénea, observándose una relación entre contenido en saponita y proporción de minerales heredados según la posición paleogeográfica de las series, con una distribución que coincide con las direcciones del aporte de los materiales detríticos. El depósito sería de encharcamiento somero, sometido a condiciones crecientes de basicidad y salinidad, donde además se darían procesos de  de formación de ooides de aragonito y procesos de dolomitación. La progresiva disminución de la lámina de agua, justifica la facilidad en la que se desarrollan rasgos paleoedáficos. Por otro lado la presencia de sepiolita indica una disminución en las condiciones de salinidad con una hidroquímica rica en sílice asociada a la progradación de los sistemas aluviales. Las etapas de exposición  en materiales sometidos a hidromorfismo, serían responsables de la formación de sepiolita en bordes inestables y como resultado de la cristalización de geles silicato-magnésicos. Los episodios diferenciados en el yacimiento saponítico de Yuncos ponen de manifiesto la dependencia genética de los silicaos magnésicos, respecto de la salinidad y disponibilidad de sílice y magnesio, en secuencias de encharcamiento – somerización, con un endulzamiento progresivo en la hidroquímica de las aguas lo que además es indicador de un ambiente que debió ser rico en biodiversidad y probablemente usado por algunas sociedades instaladas en el territorio o sus cercanías.

Buen ejemplo de la paleontología de la zona fue el mastodonte encontrado en el municipio en  1970, uno de los mejores conservados de Europa y que hoy en día se encuentra expuesto en el Museo de Ciencias Naturales. Procedente de la Era Terciaria y con catorce millones de años, fue encontrado por casualidad por una empresa de extracción de arcillas. Según los estudios, el mastodonte del género Gomphotherium angustidens, debió morir en el lago del que ya hemos hablado anteriormente y allí quedó enterrado y fosilizado hasta su descubrimiento. Este hallazgo es verdaderamente significativo, pues da muestra de la importancia ecológica de este ecosistema y de la importancia que debió tener. Junto a él, se detectaron una gran cantidad de elementos vegetales fósiles, lo que también indica que la zona tenía una vegetación mucho más exuberante de la que hoy en día se da en el territorio lo que puede hacer suponer que esta zona debió ser ocupada en el pasado y es probable encontrar restos.

La edafología y vegetación potencial del entorno es bastante homogénea. Lluvisoles y regosoles son las tipos de suelos más comunes en el territorio, un tipo de suelo típico de zonas mediterráneas del centro peninsular sin demasiado interés; por el contrario, la vegetación potencial es bastante significativa, ya que podría darse bosque de encinas de forma natural, lo que ocurre es que la gran antropización del entorno pudo hacerlas desaparecer hace años, aunque sería probable encontrar vestigios de las mismas en los primeros metros del suelo. La vegetación real es poco llamativa, ya que destaca el secano, algunas zonas arboladas de pinar, vegetación terófita y vegetación de ribera como juncos, espadañas y masiegas en los cauces de los arroyos.

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